Resumen rapidito antes de que suenen las doce campanadas y acabe el día:
Me desperté a las 5 de la mañana. Se había ido la luz. Me volví a dormir.
Cuando sonó el despertador (del móvil, que el otro no sonó por lo de la luz, previsora que es una que pone dos despertadores) estaba que no podía con mi alma, y convencida de que seguiamos sin luz no se me ocurrió siquiera intentar darle al interruptor. Así que, legañosa todavía, me acerqué a la cocina y puse la cafetera. Como había decidido que estábamos sin luz, no podía poner a calentar la leche en el microondas, y tuve que buscar un cazo (en penumbras) y recordar cómo se calentaba la leche a la manera tradicional. No fue hasta al ir a verter la leche, que se me ocurrió preguntarme cómo podía ser, que la bombilla de la nevera se hubiera encendido si estábamos sin luz.
No acabaron ahí mis cuitas... después de tomarme el café y ser abducida por el baldosín de la cocina(esa es otra historia) me arrastré hasta la ducha y descubrí que no había agua caliente. Una ducha con agua fría es lo ideal para despertar a lo que queda de mi pobre cerebro (las mechas van acabando con mis neuronas una a una), salir corriendo y llegar al trabajo algo peor que justa, aunque mi hoja excel diga otra cosa.
Una jornada infernal, en la que veía como el curro se me acumula a una velocidad exponencial mientras yo resuelvo lo que buenamente puedo a velocidad lineal. Salir del curro justo antes de que me explotara la cabeza, y correr porque había quedado con el señor albañil para hacer presupuesto de la reforma de mi casita. No me lo da hasta el lunes. Me mosquea que necesite un fin de semana para pensarlo. Por otra parte el hombre de lo más majete, en cuanto le empezaba a contar lo que quería hacer con algo, lo pillaba en seguida, y lo dibujaba en su cuadernito. Me ha contado que tiene una hija de mi edad que también se independiza ahora. (Pero que ilusión que me ha hecho que me echara 26... tanta que no le he sacado de su error, claro, que por otra parte puede ser que me estuviera haciendo la pelota. Qué ruin por su parte, que una espera esas actitudes de un babas de huertas, no de un entrañable padre de familia)
A la salida me he ido con mis tiitos de cañas, y como estaba muerta de hambre me he puesto hasta la bandera, olvidando mis buenos propósitos de dieta saludable. Finalmente he llegado a casa, he cumplido con las obligaciones que me impone el cuidado de mi mascotita virtual(puto facebook), he escrito en el blog jijijij, y me piro a dormir, no sin antes leer un ratito, e ir hasta la nevera a comprobar si seguimos con luz o no.
