Mi rodilla

Como decía creo que Luis XIV: "Caballero, estoy fastidiado, fastidiémonos juntos" Así me siento, y aunque intento reprimirme, me dedico a incordiar a todo el que se me ponga por delante.

Mi muñeca izquierda hace cric cric (que buen empiece para un poema de Gloria Fuertes), y sólo pensar que mi rodilla derecha vaya a hacerle los coros me pone mala. Ya puedo poner la pierna "recta" sin que me duela, pero me preocupa cierto dolorcillo en un punto concreto cuando intento estirarla. El vuelo a Irlanda es el domingo. Que me voy, es algo que tengo muy claro, pero si pudiera ser sin muletas mejor que mejor :-s

Me decían que iba a tener un montón de agujetas en los brazos, pero no, los brazos no me han molestado ni un poquito, todas las agujetas se fueron a la tripa. Quién iba a decir que al caminar con muletas hacías abdominales!.

Testimonio

Mientras la gente grita enfervorecida producto del cartel que el realizador acaba de levantar, y de los aditivos del bocata de chopped que repartieron en el intermedio, una Nu asustada es empujada al centro mismo del plató.

Elpresentador, Jim Carrey, siendo él mismo más que nunca, y representando su único papel de loca histriónica, teñida de verde o no, indica a Nu su asiento. Justo cuando va a sentarse, él amaga retirarle la silla, a lo que la multitud aplaude entusiasta, sin necesidad de realizador esta vez.

A las risas se une un personaje más, una figura detrás de un atril, gafas caídas sobre la nariz, y peluca de juez; Nu entorna los ojos, deslumbrada por los focos, y cuando consigue enfocar lo suficiente descubre que el personaje en cuestión, es Fernando Sánchez Dragó.

Finalmente Nu con una risilla nerviosa alcanza la silla, se sienta, y comienza la ronda de preguntas:

- ¿Es cierto que una vez robaste en unos grandes almacenes?
- Bueno, sí, pero tenía cinco años y ... el resto de la respuesta deja de escucharse por los gritos de la multitud. Mientras, el realizador, con un ramito de perejil enganchado en cada oreja se pasea con una gran cesta de mimbre apoyada en la cintura, repartiendo hortalizas entre la concurrencia.

- ¿Es cierto que no ves los partidos de fútbol?
Ehh, bueno, alguno de la selección sí que he visto...

- ¿Sólo alguno?
- Estooo, sí.

Manolo "el del bombo" sentado en la tercera fila, parte izquierda, salta como una ballesta y al grito de ¡¡¡separatistaRompedoraDeEspañas!!!! se avalanza hacia Nu, que con un gritito se levanta y esconde detrás de la silla. Los gorilas de seguridad le agarran y consiguen devolverle a su asiento con la promesa de otro bocadillo de chopped.

- ¿Es cierto que es antitaurina?
- ¿un poco?...
El juez golpea su martillo naranja contra el suelo y grita: ¡Inadmisible! Señorita carece usted del más mínimo atisbo de sensibilidad y criterio artístico.

- ¿...?
...

Y para finalizar, el tribunal compuesto por un representante del público y el juez emitirán el veredicto.

El veredicto del representante del público: que este año hayas visto OT, no te exime de tus muchos crímenes. CULPABLE.

El veredicto del juez: que hayas leído alguno de mis libros , no te exime de tus muchos crímenes. CULPABLE.

Elpresentador: ooohhhhhhhh, has perdido alguno de los maravillosos regalos ocultos en el panel de las cajas. Ahora gira la rueda y sabremos qué penitencia se te impone, ¿señores y señoras qué será lo que adjudique la suerte a nuestra consursante? Nu impulsa la rueda mientras que el sudor se escurre por su frente y el público grita: !Lobotomía! !Lobotomía!!Lobotomía!. Finalmente la rueda deja de girar y elpresentador coge el sobre señalado por la aguja. Redoble de tambores rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr: El azar ha decidido que nuestra concursante debe ver todas las temporadas de Los Serrano del tirón. El público aplaude entusiasmado, lágrimas se agolpan en los ojos de Nu y el juez pasándole un brazo por los hombros le dice ¿follamos?

Un hombre despechado ;-)

Memoria asociativa

El concepto de memoria asociativa es muy sencillo; imagina que tienes una pila de cajas de zapatos todas iguales, ¿cómo encontrar el par que te interesa? podrías ser capaz de recordar que la tercera caja empezando por la izquierda contiene justo el par que buscas[1], podrías abrir una a una hasta encontrarlos, o bien podrías tenerlas etiquetadas, por ejemplo, con un código de colores, y entonces, habrías convertido una vulgar pila de cajas en una memoria asociativa, y resultaría mucho más sencillo encontrar, por "asociación" con el color, el par que buscas.

Imagina ahora que tu colección de zapatos va creciendo y cada vez es menos sencillo recordar que color está asociado a cada par. Entonces decides empezar a apuntar las "asociaciones"[2]. ¿Qué consigues? Tener que hacer precisamente lo que estabas intentando evitar; una búsqueda. No tienes más remedio que recorrer la lista que escribiste para averigüar la asociación, y luego encontrar la caja con la pegatina correspondiente.

¿Es un mal método el etiquetado con colores? No, es válido si el número de cajas es pequeño, pero si eres Imelda Marcos, aún puede servirte si lo limitas a algunas cajas; por ejemplo sólo a los zapatos que usas más frecuentemente. Así es como funciona la TLB en la traducción de direcciones virtuales.

[1] Aquí estarías dando la dirección exacta de aquello a lo que quieres acceder, hablaríamos por tanto de una memoria convencional. Otra ventaja de la memoria asociativa frente a la convencional es que puedes permitirte cambiar el orden de las cajas puesto que no es dependiente de la posición.

[2] En el caso de la memoria convencional, escribir en tu lista que en una posición se encuentra un zapato concreto correspondería con el concepto de puntero.

He subido este fin de semana unos cuantos apuntes que tenía todavía desperdigados por casa al pueblo, y al ir a cogerlos, justo se ha abierto la carpeta de arquitectura de computadores. Aunque la he vuelto a cerrar lo más rápido posible (susto que me he dado), he estado recordando las movidas que me montaba con el tema de memorias. No ha habido problema que no haya podido resolver imaginando cajas de zapatos, aunque los ejemplos de la parte de direcciones virtuales entraban con calzador jijijijiji.

I Want a Little Sugar in my Bowl

Para una calurosa y cansina tarde de verano. Cántese a ritmo de abanico:

I want a little sugar
in my bowl
I want a little sweetness
down in my soul
I could stand some lovin'
Oh so bad
Feel so lonely and I feel so sad

I want a little steam
on my clothes
Maybe I could fix things up
so they'll go
Whatsa matter Daddy
Come on, save my soul
Drop a little sugar in my bowl
I ain't foolin'
Drop a little sugar in my bowl

Well I want a little sugar
in my bowl
Well I want a little sweetness
down in my soul
You been acting strangely
I've been told
Move me Daddy
I want some sugar in my bowl
I want a little steam
on my clothes
Maybe I can fix things up so they'll go
Whatsa matter Daddy
Come on save my soul
Drop a little sugar in my bowl
I ain't foolin'
Drop some sugar- yeah- in my bowl.

Al rico limón!

Me apunté a clases de patinaje casi a escondidas. Me daba vergüenza empezar a contarlo por si después descubría que era incapaz tan siquiera de mantener el equilibrio ( nada sorprendente dada mi naturaleza patosa) y que después de comprarme los patines, estos iban a acabar cogiendo polvo en el fondo del armario. Después de tres clases, he aprendido: que el suelo no es tan duro como parece, y que voy a tener que pedir un aumento de sueldo porque no gano para material; un pantalón roto, un patín ligeramente deformado y las protecciones arañadas como si hubiera nacido con ellas puestas.

Pese a las caídas, me divierte muchísimo, y para sorpresa mía, y de todos los que me conocen, parece que no se me da mal del todo. En realidad no es que haya hecho muchos avances. Me mantengo, me impulso sin demasiado estilo, y giro como buenamenente puedo, pero cuando el profe me dijo el lunes, que era la que mejor había pillado la técnica, casi le planto un beso en los morros. Se salvó porque aún llevaba los patines puestos y él no estaba lo suficientemente cerca. Creo que debió impresionarle mi forma de aletear como si fuera a echar a volar, y el garbo con el que aterrizo contra el suelo.

Volví ayer a practicar un poquito, pero había demasiada gente, y lo de lanzarme en plan kamikaze al grito de !CuidadoQueVoyAparteseTolMundo! me da cosilla (por ahora, que me estoy volviendo una desvergonzada). Así que me quedé en un rinconcito haciendo limones ( que no es más que moverse empezando con los talones juntos para acabar con las punteras), conclusión, que hoy tengo agujetas en las cartucheras (quién me iba a decir a mi que ahí abajo había músculo) y estoy asfixiada por la alergia, que es lo que tiene exponerse al aire libre.