Madurez

PARTE I
Que es un gilipollas no se lo quita nadie. Chulo, prepotente y para mí, que ligeramente trastornado. Pero esa parte como que me da igual, lo que ya me fastidia un poco más es que no pierde oportunidad de dejarme mal.

Primera reunión cuando entré en el trabajo; de acuerdo que funcionalmente no tenía ni idea, pero sólo se trataba de modificar unos ficheros que sirven como entrada para las baterías de prueba, así que me hice un script, lo pasé, y punto. No es que fuera para tirar cohetes, pero cuando llega el menda y suelta tan pichi en la reunión, que lo ha hecho él, no atiné ni a abrir la boca.

Que tocara el código del que supuestamente soy responsable, cuando ya estaba subido al servidor, porque no le gustaba el nombre que le había puesto a las variables, que no me avisara, y que encima se equivocara, e hiciera que fallara, me dieron ganas de matarlo. El caso es que me callé, le cogí a solas y sólo le pedí que no volviera a hacerlo.

Que me tirara los tejos (como a todas), y tuviera la mala costumbre de tocarme el culo con la botellita cada vez que pasaba, me tocaba un poquito más la moral. La verdad que dejó de hacerlo cuando empecé a mencionar la palabra "novio" en cada frase... bueno quizá también ayudó que le dijera que la próxima vez se tragaba la botella.

Pese a todo, cuando me ha tocado hacer revisiones a su parte de código, he intentado ser extremadamente delicada, entiendo que debe tener algún problema de inseguridad, tiene algún trauma de la infancia o simplemente la tiene pequeña, me da igual.

He intentado con él, todas las aproximaciones posibles, enfadada, de buen rollo, hablarlo, ignorarle, y seguro que hay más, pero no se me han ocurrido. Ahora le ha dado por malmeter a mis espaldas... él mismo. A largo plazo el tiempo pone a cada uno en su lugar.

PARTE II
Prefiero trabajar con mujeres, clarísimo. Alguna me encontrado a la que no soportaba, pero hasta con esas he podido trabajar. Con algunos hombres, me resulta cercano a lo imposible. Estoy harta de inseguros que intentan reafirmarse machacando al de lado, y más cuando el de al lado soy yo. Ayer, otra con otro imbécil, que ya paso de contar. Es que lo peor, es el tedio que me produce encontrarme una y otra vez las mismas gilipolleces. Y eso que con el primero, algún síndrome de estocolmo extraño, hace que ni siquiera pueda estar enfadada mucho tiempo, y que a lo único a lo que aspire es a que me deje tranquila. Para ser justos, prefiero trabajar con él, a tener que hacerlo con un completo inútil (hombre o mujer). Incluso hay veces que me enternece, e incluso daría la cara por él en el aspecto profesional. Incongruencias. Las cosas cada vez son menos blancas o negras, debe ser que percibo en gris.

PARTE III
Lo de madurez viene porque he decidido darle al asunto otro enfoque, lo que no tiene sentido es que me afecten ciertas actitudes. Por mi parte soy extremadamente susceptible en el aspecto profesional. Me quedan infinitas cosas por aprender, soy la primera en reconocerlo, además sino fuera así, mi trabajo perdería casi todo su atractivo, pero no tolero que me cuestionen en ciertos aspectos. No soy tonta, pero tampoco especialmente inteligente. Mis bazas son la responsabilidad, que hacen que siendo una persona despistada, no se note demasiado, el sentido común, que curiosamente escasea más de lo que parece, y que algo tengo de perro de presa, si falla algo, voy a encontrarlo tarde o temprano. Precisamente porque me implico en lo que hago, es por lo que llevo tan mal que me cuestionen. Me falta madurar, y no me refiero a que dejen de gustarme los juegos, leer comics o reirme con tontadas, esas son cosas que espero me acompañen toda la vida. Me refiero, a saber poner distancias, no permitir que me afecten cosas que en realidad no importan y no perder la perspectica. Hay cosas que no deben doler, tengo que saber dimensionar, pero eso sí, al de ayer, se la guardo. No me gusta que me pisen... casi tan poco como que me mientan. Creo que a veces no soy una persona fácil, tengo días en los que no me aguanto ni yo, puedo y debo modificar ciertas cosas, pero no puedo/debo renunciar a lo que soy.

PARTE IV
Me comentó alguien (que por cierto me recuerda a mi tía favorita, porque son capaces de dar paz; representan el equilibrio. Lo de "dar paz" no me gusta una vez leído, pero no sé expresarlo mejor, y sólo sé, que es algo que funciona de dentro hacia fuera y que me resulta incomprensible y despierta mi curiosidad) que estaba nerviosa porque, ahora, alguna que otra vez, tenía que hacer trabajo fuera de mi sitio. Lleva razón, es con el pc como me siento segura y capaz. En fins, el resumen, es que soy dueña de mi vida, y algo tan evidente, no debe olvidárseme.